Por Rocheteau
Al pobre Pepe Reina le pasó como al toro, que se fue a por el rojo. La trayectoria se bifurcó y los reflejos se tiraron a la pelota Nivea roja que salió hacia su derecha, mientras el cuero entraba manso al otro lado, firmando una derrota idiota de ésas con las que el Liverpool se borra a sí mismo, cada año, de la Premier.
Se destaparon los medios patrios con titulares que venden, como debe ser. Que si "el gol más curioso de la historia", que si "el gol más tonto del siglo". Del año, no, de la Historia. Y eso por no hablar de esa nueva rúbrica del manoletismo periodístico, ese Paquito el Chocolatero de sobremesa, ese museo del me pongo un jersey de pico, me despeino con gomina y no sé sentarme derecho en la silla en que se han convertido las secciones deportivas de los telediarios. Perdón, los telediarios deportivos con una sección de sucesos y noticias del tiempo delante.
Al pobre Pepe Reina le pasó como al toro, que se fue a por el rojo. La trayectoria se bifurcó y los reflejos se tiraron a la pelota Nivea roja que salió hacia su derecha, mientras el cuero entraba manso al otro lado, firmando una derrota idiota de ésas con las que el Liverpool se borra a sí mismo, cada año, de la Premier.
Se destaparon los medios patrios con titulares que venden, como debe ser. Que si "el gol más curioso de la historia", que si "el gol más tonto del siglo". Del año, no, de la Historia. Y eso por no hablar de esa nueva rúbrica del manoletismo periodístico, ese Paquito el Chocolatero de sobremesa, ese museo del me pongo un jersey de pico, me despeino con gomina y no sé sentarme derecho en la silla en que se han convertido las secciones deportivas de los telediarios. Perdón, los telediarios deportivos con una sección de sucesos y noticias del tiempo delante.
Sólo que va a haber que ahorrarse los eurillos de la hucha del Domund para dedicarle algo a la sección de archivos, porque el precedente del gol más curioso de la Historia ocurrió hace un año. Y la pelota no golpeó un soplo globo, sino tres. FA CUP, enero de 2008, Sheffield United Vs Manchester City. El terreno parecía un McDonalds después de una fiesta de cumpleaños de primero de la ESO. En el área había no menos de 20 globitos. Pase de la muerte, pim, pam, pum, la pelota hace volar por los aires tres globitos, el defensa Michael Ball que no acierta a despejar y Luton Shelton, delantero jamaicano del Sheffield, que sólo tiene que empujarla, mientras Joe Hart no sabe ni por dónde le viene.Vamos, igualito al gol más curioso de la Historia. Que también fue dado por válido, demostrando que los prestigiosos árbitros británicos no se saben el reglamento. Y que los medios españoles no tienen hemerotecas.
Por cierto, esta vez también fueron los hinchas del City los que cavaron la tumba de su propio equipo. Vamos, que, a partir de ahora, en la entrada van a decomisar cuchillos, objetos contundentes y globitos de a 10 céntimos por lo que pueda pasar.
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