
Primero fueron los Ejércitos. Si querías ser reportero de guerra, ya no bastaba con tener un par y haberte leído todo Kapuściński. Ahora tenías que cumplimentar una solicitud por triplicado, hacer una instrucción en West Point y meterte embedded a comer rancho. Vamos, ser uno de ellos. Luego fueron los partidos políticos. Nada de grabar los ceceos de Rajoy ni los sudores de Zapatero: ahora ellos graban las imágenes de los mítines y te las dan servidas al final del mitin. Y ahora se ha sumado Benzema.
Sí, Karim Benzema, 21 añitos, una locomotora con el balón en los pies, un tímido sin mucho verbo fuera del campo y, ahora, un niñato mal aconsejado que ha puesto la primera piedra en la futura muerte del periodismo deportivo.
En Francia, Karim Benzema acaba de firmar un contrato de exclusividad con una cadena, TF1 (el equivalente en calidad de Tele5 y líder indestronable de audiencia desde hace 20 años). Algunos dicen que por unos 200.000 euros (hicieron una ronda por si alguien daba más). Evidentemente, esto excluye al resto de televisiones de poder hacer su trabajo periodístico.

O sea, que sueltas la pasta, y te dan unas imágenes enlatadas donde Benzema está monísimo de la muerte. Las preguntas incómodas, ésas que las hagan los del MARCA y el AS (apañados vamos) en las ruedas de prensa. En Francia, que es lo que a los franceses les interesa, no habrá una palabra fuera de tono, ni una imagen que disguste a un jugador que, sí, es buenísimo, pero no ha demostrado absolutamente nada al máximo nivel. Utilizando un chantaje mediático que le reportará sus dinerillos y que no lleva a cabo ningún otro jugador de fútbol, ni Messi, ni Cristiano, ni Torres, ni nadie.
Tiembla, Godard
Dice Eric Hannezo, jefazo de Deportes de TF1, en L'Équipe: "No hemos firmado una exclusividad con Benzema como jugador. Nos hemos puesto de acuerdo con él para un proyecto editorial y artístico". Tiembla, Godard.
Dice su agente, Karim Djaziri: "No siempre estará centrado en la actualidad del Real Madrid. Podrá enseñar dónde se corta el pelo, cuál es su restaurante preferido...". Tiembla Belén Esteban.
En Francia nadie ha levantado la voz. Lo mejor llega ahora. Domingo pasado. Primer capítulo de la saga. A Benzema se le escapa lo siguiente sobre su polémica con el seleccionador francés, Raymond Domenech: "No tenía ganas de jugar [en los últimos diez minutos contra Rumanía]. No tenía ganas de darlo todo".
Al día siguiente, hostión de L'Équipe: "Benzema salió desmotivado contra Rumanía". Y todos los medios preguntándose: ¿Cómo puede un tipo de 21 años que jamás ha metido un gol decisivo con Francia decir que jugó sin ganas llevando la camiseta de la selección".
Hay que ser muy torpe...