jueves, 13 de mayo de 2010

Lama: cinco consejos sobre una disculpa


Por Rocheteau

Querido Manolo Lama:

Hoy estaba embutido en un atasco y no he conseguido quitarme de la cabeza una insidiosa pregunta: ¿qué lees? No es una ironía. Así, en la vida, en un rato perdido, en una prolongada pausa de w.c., en un viaje de avión a Sudáfrica, por ejemplo. No valen MARCA, ni AS, ni los anuncios picantes por palabras. ¿Qué lees?

Tranquilo, no voy a hacer un artículo poniéndote a parir. No he abierto ningún grupo en facebook de "señoras que se divorciaron tras un gol cantado por Manolo Lama". Demasiado visto. Demasiado tópico. Demasiado fácil. Tampoco te creas. No te soportamos. Pero nos pasa con el 90% de los periodistas deportivos españoles. Y ahora hasta Daimiel va a Punto Pelota. Nunca digas...

En el fondo, un poco de malicia sí que hay. Porque más que preguntarme qué lees, en el fondo me preguntaba si leías. Con suerte te pasan este blog, que no tiene muchas páginas. Y no tienes que pagar. Seguro que te serviría este curso de comunicación de masas. A ti y a Rajoy, pero eso lo descubrirás luego.

Lama, la has cagado. Y no voy a volver sobre el vídeo. Aunque no deberías ser tú mismo el que le pone la bufanda del Atleti al "colega", como le llamas. Es un poco descarado. Que seas una sabandija no me compete a mí decidirlo. Pero las cosas, cuando se hacen, se hacen bien, Manolo. Por ejemplo, al cámara se le dice antes que se meta en el meollo, no durante. Por ejemplo, impides que la mano que le quita la bufanda al "colega" lo haga antes de que se corte el directo. Y, a lo mejor, si no es mucho pedir, evitas lo del "colega". No sé, por decoro.

Me interesa mucho más tu vídeo de "disculpas". Si estuvieras asistiendo a un curso de coaching para políticos con un problema, te sentaría al final de la clase, junto con ese otro alumno llamado Rajoy, para deciros que sois un par de mentecatos. Sois los dos tipos con menos recursos del mundo para hacer un "mea culpa".

Bendito gilipollas

No juzgamos aquí, puesto que de comunicación de masas se trata, la verdad del asunto. Cuando uno le habla a una persona, puede o no mentir. Cuando le hablas al público, eso suele ser irrelevante. Imaginemos que eres un cerdo casposo y sin escrúpulos. Sólo por imaginar... Quizás no tanto un tipo sin sentimientos como un bendito gilipollas. Alguien que no piensa las consecuencias de sus actos porque apenas sabe hablar más que de una jodida pelota. Y quizás por que no lee. Un suponer, ¿eh? Si tuvieras un buen asesor te hubiese dicho que esto podía volverse en tu favor. Como lo oyes. Tendrías que haber seguido un par de consejos. FNF te los da gratis.

1. Cuando pidas disculpas, mira a cámara. No a Manu Carreño. A él no le has hecho nada. A los que casi vomitan viéndote, sí.

2. Cuando tengas que pedir disculpas a todo un país, hazlo al comienzo del informativo. Según arrancas. Te evitará que la gente piense que estás ganando audiencia a costa de un escándalo.

3. Cuando tienes a un país escandalizado por tu modo de hurgar en la mierda, tu cadena ha sacado un comunicado de prensa disculpándose y te obligan a pedir perdón en directo, lo mejor es que no digas "parece que algunos se han molestado". No, no... dalo por hecho.

4. "Yo educo a mis hijos en la solidaridad" no es una buena frase, amigo. A la gente le importa tres cojones cómo seas como padre. Te están juzgando como periodista. Además, conviene no confundir dos conceptos como solidaridad y caridad cuando se trabaja en medios de izquierdas.

5. Bastaba mirar a cámara y decir: "Señores, ayer me equivoqué. Llevo tres décadas en esto y ayer fue mi día más triste como periodista. No tiene justificación mi directo con el mendigo, salvo quizás la de que no quise en ningún momento humillarle. Les pido perdón públicamente. Les agradezco que hoy sigan ahí. Y les pido que de ahora en adelante sean todavía más exigentes con nosotros. Estaremos a la altura". Fácil, ¿no?. Son las 00.42 y no sé tu audiencia de mañana. Seguro que te saliste. Os doy un 15% de share por tu "pseudojustifiación chapucera". Seguro que hasta sonríes por dentro cuando lo veas. Ya, amigo, el problema es la falta de credibilidad. Esa hace que el share se desangre como una lenta enfermedad. Como un SIDA sin retrovirales. Poco a poco. E inexorablemente.